''''''

19 de mayo de 2013

Reseña El Restaurante del Fin del Mundo, Douglas Adams




Título: El Restaurante del Fin del Mundo
Título Original: The Restaurant at the End of the Universe
Autor: Douglas Adams
Traductores: Benito Gómez Ibánez
Precio: 7'90€
Páginas: 208
Editorial: Anagrama (Colección Compactos)
Publicación: En esta colección, junio de 2008
ISBN: 978-84-339-7328-3
Saga: Trilogía en cinco partes «La Guía del Autoestopista Galáctico»



1. La guía del autoestopista galáctico
2. El restaurante del fin del mundo
3. La vida, el universo y todo lo demás
4. Hasta luego, y gracias por el pescado
    5. Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inovensiva  
    



Sinopsis


Armados de la Guía del autoestopista galáctico, los protagonistas del libro más divertido que se
recuerda continúan sus disparatadas aventuras, que les conducirán al asombroso Restaurante del
fin del mundo. Douglas Adams vuelve a explorar las posibilidades hilarantes de la ciencia ficción,
pero tomando también como base la tradición del humor de Lewis Carroll, que le permite
inventar espacios impensables, objetos charlatanes y paisajes pintorescamente absurdos.


Reseña


Elen


Y una vez más, Douglas ha conseguido sorprenderme con una auténtica genialidad absurda y divertidísima. La historia, que empieza poniendo en peligro de muerte a nuestros protagonistas (para variar un poco, ya sabes), no dejará de dar giros desconcertantes que te llevarán a través de lugares muy diversos del Universo... y que te harán reír como pocos.

Claro está que, ¿qué puedes esperar cuando activas la Energía de Improbabilidad Infinita? La sede de La Guía del Autoestopista Galáctico, una nave golgafrinchana, el restaurante del Fin del Mundo o el Mundo Ranestelar B son algunos de los extraños y curiosos lugares por los que pasarán Arthur Dent, Zaphod Beeblebrox y compañía (¡Me he aprendido un montón de nombres largos como ése! ¡Quiero mi pin!).

Una muestra de lo que os espera en este libro...


- ¿Qué... es... lo... que... quiere... usted?

- Estoy buscando a alguien.

- ¿A quién? -siseó el insecto.

- A Zaphod Beeblebrox -dijo Marvin-. Está allí.


Y entonces, cuando te empiezas a reír por lo absurdo de la situación... ¡zas! Llega Douglas Adams y consigue que la situación resulte aún más cómica:


El insecto se estremeció de rabia. Apenas podía hablar.

- Entonces, ¿por qué me lo pregunta? -gritó.

- Sólo quería hablar de algo -dijo Marvin.

- ¡Qué!

- Patético, ¿verdad?


A quien lea este libro y no le parezca brillante y absolutamente irracional el por qué de que la población media del Universo sea cero... que deje de leer, porque "brillante y absolutamente irracional" sería una descripción pasmosamente acertada de este libro. También podría serlo algo como ese-libro-cuyo-autor-se-fumaba-de-todo-antes-de-escribir, pero eso es otro tema.

La prosa en sí no es excesivamente destacable, pero cumple su cometido con creces. Además, me gusta que se mantenga el mismo estilo al parafrasear partes de La Guía del Autoestopista Galáctico o en las conversaciones entre los personajes; todos sus comentarios son frescos y espontáneos, pero sería fácil saber quién diría qué.

Y hablando de los personajes... Siguen siendo tan geniales, diferentes y absurdamente carismáticos como en el libro predecesor. Lo cierto es que en este libro, haciendo recuento de todos los personajes importantes, la mayor parte tiene momentazos. Os aseguro que ver a Marvin enfrentarse a un gigantesco tanque súper-armado o a Zaphod y Trillian conversando con el hombre que rige el universo son cosas que no se olvidan.



- Mira -dijo Zaphod-, nosotros queremos comer, no atracarnos de discusiones. 
Cuatro filetes poco hechos, y de prisa. No hemos comido en quinientos 
setenta y seis mil millones de años.

La vaca se incorporó con dificultad. Emitió un gorjeo suave.

- Una elección muy acertada, señor, si me permite decirlo -dijo-. Bueno, 
voy a pegarme un tiro en seguida.


Sólo me queda deciros lo que siempre comento cuando reseño un libro que no esté de moda o que poca gente conoce: dadle una oportunidad. No os dejéis llevar por la portada tan fea que tiene (los de Anagrama se lucen haciendo portadas...) o por los pocos comentarios que podéis ver en la blogosfera. No digo que os fiéis de mi opinión, ya que tengo unos gustos más bien raros y no quiero que vayáis con falsas expectativas, sino que os atreváis a leerlo y a juzgar si merece la pena o no.

    NOTA FINAL:
5/5   5/5

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, respecto a este reseña y a la de La Guía del autoestopista galáctico. Los libros son divertidísimos, absurdos ... geniales :D
    No son muy conocidos pero todo el mundo debería darle una oportunidad.
    PD: Tu blog me encanta <3
    libroveolibromeleo.blogspot.com

    ResponderEliminar

Puedes comentar cualquier cosa sobre esta entrada, ¡estamos totalmente abiertos a las opiniones de nuestros lectores! Eso sí, con respeto, ya que no nos gustaría tener que empezar a moderar los comentarios :)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...